Se llaman parafilias a aquellas conductas sexuales extravagantes y poco comprendidas por la mayoría, en las cuales las personas necesitan de objetos, animales, niños o adultos que no concientan, etc. para excitarse.
Se calcula que existen unos 40 tipos de parafilias, algunas leves e inofensivas como travestirse y aunque no son todas muy conocidas, muchas constituyen delitos penados por la ley, como las violaciones, mutilaciones, violaciones a menores, a cadáveres, etc…
Existen algunas parafilias que se pueden encontrar dentro de la sexualidad normal si se les practica esporádicamente o como juego amatorio que precede a la copula normal.
Las parafilias son un deseo incontrolable, impulsivo y compulsivo de realizar el acto o de fantasearlo. De hecho los individuos que la practican pueden parecer exteriormente tan normales como cualquier otra persona.
Suelen crear problemas en la vida familiar, laboral y social del individuo por su carácter de compulsivas. John Money, estudioso neozelandés del tema de las parafilias en nuestro siglo, consigna cerca de cuarenta. Las más conocidas, a causa de que pueden suponer ofensas sexuales son: la paidofilia, el exhibicionismo, el frotteurismo, el sadismo sexual, el voyeurismo, el fetichismo.
No todas estas prácticas infligen dolor o perjuicio a sí mismo, a la pareja o a otras personas, y no todas constituyen delitos.
