Clima y deseo sexual: ¿hay alguna correlación?

Cada persona experimenta de manera diferente el deseo sexual. Buscar la satisfacción de las necesidades afectivas implica generar espacios para la cercanía, intimidad, contacto corporal, afecto y placer.

Para nadie es un secreto que el bienestar emocional y físico, las experiencias previas e incluso las creencias personales, son factores que afectan de una manera u otra el desarrollo de un encuentro íntimo.

Ahora bien, un dato curioso que ha sido objeto de investigación tiene que ver con el clima y su efecto en el deseo sexual. ¿Es posible que haya alguna relación entre estas dos variables? A continuación, se abordará a profundidad este asunto.

Sexo, frío y calor

A simple vista se podría pensar que si una persona siente frío tiene la necesidad de buscar el contacto físico. Esto como consecuencia propicia un mayor número de encuentros sexuales. En caso contrario, el calor alejaría a los involucrados.

No obstante no es exactamente así. Durante los últimos años la investigación científica y numerosos estudios realizados por especialistas en sexología, psicología y carreras afines han demostrado que esto no siempre ocurre de esta forma.

Es cierto que el sexo, el frío y el calor se relacionan entre sí. No obstante, por lo general en primavera y verano suelen ser las épocas del año en que el deseo sexual se ve aumentado. Mientras, los fríos de otoño e invierno retraen naturalmente la libido.

Las condiciones climatológicas pueden influir en la búsqueda del placer. La evidencia científica sugiere que el cuerpo humano produce más endorfinas y oxitocina en verano. Esto supone un incremento en la actividad sexual.

Además, la luz solar incrementa la producción de vitamina D. Este componente genera una reacción química en el organismo capaz de cambiar el estado de ánimo afectivo. Por eso, tiene efectos positivos sobre la carga hormonal, los estrógenos y la testosterona.

Disfrutar del sexo indistintamente del clima

En época de frío también se puede disfrutar del sexo. Los niveles de deseo sexual son muy diferentes en cada individuo. Para que fluya naturalmente, es necesario evaluar todos los aspectos implícitos.

La seducción y la complicidad son factores centrales a tener en cuenta. En esta tienda erótica online es posible encontrar diferentes accesorios que ayudan a potenciar la sexualidad y el bienestar. Valerse de estos objetos puede dar muy buenos resultados.

Las bajadas de temperatura afectan la libido. Las relaciones sexuales plenas y asiduas se ven comprometidas. Por eso, resulta imprescindible romper con la rutina y crear mecanismos para recuperar el deseo.

Entrar en calor con la pareja es completamente factible. En https://pinkcabaret.es/lubricantes-sexuales/ se consiguen una gran cantidad de lubricantes sexuales y otros artículos muy interesantes. En cualquier caso, han sido ideados principalmente para facilitar el contacto e incrementar el placer.

La salud sexual tiene un papel importante en la vida. Hoy en día, la cosmética erótica, los juguetes sexuales y hasta el uso de lencería contribuyen a subir la temperatura pese al clima. Propiciar el acercamiento físico con todos estos elementos puede ser muy sencillo.

La actividad sexual periódica ayuda a reforzar el sistema inmunitario y disminuye significativamente el riesgo de padecer ciertas patologías de índole respiratoria. Asimismo, mejora el estado físico, la salud cardiovascular, reduce el estrés y rejuvenece.

Fomentar el contacto piel a piel es el primer paso. Los juegos cargados de erotismo contribuyen a recuperar la pasión de la pareja. Usar productos eróticos está de moda. En la intimidad todo se vale y el frío no tiene que ser un impedimento para tener una vida sexual plena y sana.

El lado positivo del verano y el invierno

Las condiciones climáticas definitivamente afectan de una manera u otra el deseo sexual. No obstante, hay que aclarar que cualquier momento es bueno para dar rienda suelta a la imaginación, querer es poder.

Durante el verano el calor puede ayudar a disfrutar plenamente de las relaciones sexuales. La oxitocina, serotonina y endorfinas incrementan el deseo. Se produce la vasodilatación de las fibras naturales y un mayor flujo sanguíneo hacia los genitales.

La liberación de testosterona y estrógenos aumenta. Sin duda alguna, la excitación y la libido aparecen. Usar vestimenta seductora y atractiva suele ser un aliciente importante para facilitar los encuentros sexuales. Las altas temperaturas actúan a favor de la actividad sexual.

En la época de invierno no todo está perdido. Reactivar el plano sexual depende más de la mente y las ganas. Estimular el cerebro y aprovechar los espacios a solas para elevar el nivel de excitación. Propiciar la cercanía y el contacto físico es fundamental.

Enviar una foto sugerente para excitar al compañero, usar juguetes o artículos eróticos, cuidar el atuendo. Todo esto funciona muy bien. Por otro lado, los masajes son una forma perfecta de propiciar el máximo acercamiento de los cuerpos.

Disfrutar de la sexualidad al máximo ahora es posible sin importar las condiciones climáticas.

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