Para algunos es una locura o intimidante transgresión, para otros un sello de pertenencia a cierto grupo social. Los hay eróticos, tribales, naif, dedicados a los amantes del futbol, a los religiosos… con connotaciones políticas, carcelarias, punk, espirituales, tradicionales…
En el amplio espectro de las transformaciones corporales, decorar el cuerpo con dibujos permanentes o efímeros es una llamativa, y porqué no, colorida, posibilidad…
Desde siempre el tatuaje ha estado íntimamente relacionado con el erotismo. Los antiguos tatuajes japoneses estaban llenos de geishas, y el célebre director de cine Peter Greenaway supo plasmar como ninguno el sentido erótico del tatuaje, en su película “Escrito en el cuerpo”.
En 1991 se encontró en un glaciar a un cazador de la era Neolítica; tenía la espalda y las rodillas tatuadas.
En las Islas Marquesas «un cuerpo sin tatuar era un cuerpo estúpido«. Tenía un profundosignificado erótico sexua l. Las mujeres se tatuaban los dedos de las manos y las orejas con finísimos dibujos y sobre la vulva símbolos obscenos. Los hombres se tatuaban todo el cuerpo, la nariz, los parpados, la lengua y el cuero cabelludo. Cuando uno de estos hombres moría, sus mujeres le quitaban la piel, pues al guardián del paraíso le desagradaban los tatuajes. Sin trazas de tatuaje, volvía al estado de pureza, podía ser enterrado en tierra sagrada y su espíritu podía elevarse al paraíso.
En las cárceles, la práctica del tatuaje pone al descubierto un submundo de significados ocultos. Los presos fueron uno de los primeros grupos que usaron los tatuajes para diferenciarse del resto de la sociedad, ya sea como señal de rebeldía o como símbolo de pactos entre logias carcelarias.
Los tatuajes sexuales son utilizados para diferenciarse. En los heterosexuales, por ejemplo, las figuras son atrevidas y tienden a reafirmar la virilidad de quien lo lleva. En el caso de los homosexuales, el dibujo más habitual es el de dos mariposas juntas.
Para muchos reclusos, la piel es el terreno más apropiado para volcar sus fantasías amorosas, este tipo de tatuajes se ubican siempre en las piernas o la pelvis y representan «la necesidad del interno, de tener relaciones sexuales«.
Los tatuajes eróticos, generalmente se representan con la figura de una mujer desnuda en lo varones, de formas exuberantes y curvas peligrosamente seductoras, también los decorativos que adornan las zonas erógenas.
Las mujeres suelen tatuarse la vulva, el interior de la boca, alrededor del ombligo, de los pezones y colocar sugerentes flores de colores en variados lugares del cuerpo para embellecerse o seducir.
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