Pues no, no se trata del título de una película ni nada por el estilo. Esta es otra de las cosas que parecen increíbles, pero que suceden (como lo de la pareja que llegó al hospital después de haber utilizado una bolsa de pipas como preservativo).
El caso es que el Monasterio de Ripoll se convertía en un improvisado lugar para hacer el amor (con la de sitios que hay, ¿un monasterio? Y encima, uno tan turístico…). Una pareja era sorprendida dedicándose a estos quehaceres en el interior del templo. Fueron descubiertos porque una encargada de la recepción vio unos extraños movimientos (y tanto ;) ) a través de las cámaras, así que se acercó a reprenderles.
Cuando la policía llegó, ya se habían marchado. Desde luego, hay que ver qué ocurrencias tienen algunos. Claro, con esto de que hay que innovar para que no nos invada la rutina…
Vía| Abc
Foto de tripadvisor