Hace ya algún tiempo voces alarmistas se hicieron oír en Europa anunciando que la calidad del semen en la población masculina en edad fértil había descendido a niveles preocupantes y que de seguir en ese ritmo, muy pronto presenciaríamos una fuerte caída en los niveles de natalidad.
Una asociación no gubernamental (Avivar) recogió el guante de la denuncia y llevó adelante un estudio en 270 jóvenes españoles en edades comprendidas entre los 18 y los 23 años de edad, voluntarios de una Universidad en Almería (España) y puso en duda aquellas afirmaciones fatalistas.
La organización informó que los análisis realizados a las muestras obtenidas develan que no existen motivos de fundamento para creer que la calidad seminal de los españoles fértiles se encuentra en riesgo. Al parecer, los 3,1 mililitros eyaculados, con un promedio de 71 millones de espermatozoides por mililitro, 68% de los cuales poseen movilidad suficiente para pronosticar una fecundación exitosa, son los estándares considerados por la OMS (Organización Mundial de la Salud) como satisfactorios.
Estos índices no difieren mayormente de otros similares obtenidos en diferentes países europeos y dan por tierra con el creciente temor (que también se había instalado en las autoridades sanitarias de España) de una disminución en la calidad reproductiva de la población.
Aunque el estudio es por demás contundente, cabe señalar que no estamos exentos de sufrir las consecuencias que nuestro entorno puede manifestar en este aspecto puntual de nuestra sexualidad. El estrés, el tabaquismo, alcohol, mala alimentación, falta de ejercicio, son algunos de los factores que pueden provocar una menor producción de esperma. Por el momento no hay motivo para preocuparse.
