El cunnilingus es el nombre que recibe la práctica de sexo oral que el hombre brinda a la mujer. Es el equivalente a la «fellatio» que proporciona la mujer al hombre. Su nombre deriva de «cunnus» (vulva) y «lingere» (lamer).
Para poder dar un buen cunnilingus es preciso dominar ciertas técnicas y un cuidadoso conocimiento de la anatomía femenina. ¿Sabes hacerlo?
Es fundamental que el cunnilingus se inicie con sutiles caricias de la zona genital femenina. No debe concentrarse la atención exclusivamente en la vagina, sino estimular toda el área: muslos, vientre, nalgas, periné, etc.
A medida que aumenta la excitación, el varón podrá comenzar a brindar pequeños mordizcos en los genitales de su compañera, lamer, besar, rozar, clítoris y vulva valiéndose de su lengua, dedos, mentón. Pequeñas succiones brindan placer intenso.
La mujer debe relajarse por completo y entregarse al placer de la exploración masculina. Es conveniente que sea una práctica absolutamente higiénica, para lo cual ella deberá tomar una ducha previa que le brinde la tranquilidad necesaria llegada la situación.
Cuanto más tiempo se prolongue un cunnilingus más alto será el nivel de excitación para continuar con el acto amatorio en la cúspide del clímax.