Durante una relación sexual ambos obtenemos intenso placer (o así debiera ser). ¿Y nada más? No. Hay beneficios implícitos en el acto sexual que muchos desconocemos, o que intuimos pero a los que pocas veces prestamos atención.
Por ejemplo, hay estudios que demuestran que el sexo frecuente disminuye hasta un 50% los riesgos de enfermedades cardiovasculares en hombres mayores de 40 años. Pero las mujeres también obtienen sus beneficios…
- El sexo adelgaza. En un acto sexual pueden quemarse hasta 600 calorías (y es más placentero que el gimnasio)
- Brinda felicidad. El sexo promueve la liberación de endorfinas que otorgan una sensación de alegría y bienestar.
- Aumenta la autoestima. Saberse deseado estimula el reconocimiento de las propias capacidades.
- Relaja. No sólo produce una distensión muscular muy placentera sino que descomprime los vasos sanguíneos produciendo una profunda relajación.
- Cura el insomnio. La producción de hormonas y la química interviniente en un acto sexual, induce naturalmente el sueño.
- Mayor atracción. La actividad sexual frecuente estimula la producción de feromonas que son las encargadas del atractivo sexual.
- Menos irritabilidad. Una buena sesión de sexo elimina los sentimientos de pánico y angustia, y esto contribuye a afrontar con mayor optimismo las presiones diarias.
- Sedante natural. El sexo es un tranquilizante natural sin efectos secundarios.
- Belleza. Las mujeres luego de un acto sexual producen dos veces más cantidades de estrógenos que brindan suavidad a la piel y brillo al cabello.
- Salud en la piel. La transpiración es el mecanismo natural de la piel para eliminar impurezas y destapar los poros.
- Previene la celulitis, pues activa el drenaje linfático.
- Rendimiento. Es un óptimo «entrenamiento» que mejora cualquier rendimiento deportivo.