En más de una ocasión hemos hablado de los alimentos afrodisíacos. Pero la comida no es el único ingrediente «picante» que puedes añadir en tus juegos sexuales. Y es que algo como la música (bien elegida, claro) puede ser algo fundamental en tus juegos amorosos.
Está claro que cada persona es un mundo y que casa uno tiene sus preferencias, y tú eres quien mejor te conoces, a ti, y a tu pareja. Es importante saber elegir para obtener un buen resultado. O sea, que si a tu pareja le encanta el regetton ni se te ocurra ponerle música clásica.
También es importante tener en cuenta el tipo de encuentro: ¿se trata de una sesión romántica o de una aventura desenfrenada? Tenlo en cuenta a la hora de elegir la música de fondo.
Eso sí: ¿sabes qué es lo más excitante? Escuchar a tu pareja disfrutar, ¡así que ojo con el volumen!
Una vez que lo tengas todo listo, acompasa las caricias y los besos a la banda sonora que has elegido, sigue el ritmo de la música y… ¡déjate llevar!
Foto de Francesco Rachello