Está claro que hacer el amor es una actividad de lo más placentera, pero… ¿cuáles son las razones? Aunque puede que una de las primeras que te haya venido a la mente haya sido el placer, la realidad es muy diferente. Y es que hay otras muchas razones por las que nos encanta tener sexo.
Y sí, el placer es una de las razones, y de las más poderosas: al tener sexo liberamos endorfinas, que nos hacen sentir bien inmediatamente. Otra de las razones por las que tenemos sexo es con el objetivo de reproducirnos. Hasta aquí, todo bastante bien.
Pero es que otra de las razones es para sentirnos bien a darle placer a nuestra pareja, algo que hace que nuestra confianza aumente y se desate un subidón de autoestima. Otro motivo, muy extendido entre los adolescentes, es «para aprender». Y como siempre se dice que lo mejor para aprender es practicar, hay quienes se lo toman al pie de la letra. Claro, que uno de los riesgos es el de ver el sexo como algo sin sentimientos desde la adolescencia, algo bastante preocupante.
Por necesidad de afecto o para relajarnos y dormir mejor son otras de las razones que nos llevan a tener sexo, ya que la liberación de hormonas como la oxitocina que se producen durante el orgasmo, son la solución ideal para dormir como un bebé.
Para vivir más es otra buena razón, pero hay quienes tiene sexo para «estar más cerca de Dios«. Y es que el sexo nos acerca a lo trascendente, dejando el pensamiento libre de contenido, algo realmente difícil. Para perder peso (¿se te ocurre un ejercicio mejor?), para dar celos a otra persona o por obligación son otros de los motivos que, según un grupo de investigadores, nos llevan a tener sexo.
¿Cuál es tu motivo?
Vía| El confidencial
