La circuncisión es una práctica con aristas higiénico-religiosas que a pesar del paso del tiempo continua generando controversias y polémica.
Consiste en la extirpación quirúrgica del prepucio (la piel que cubre el glande en el pene). La intervención se realiza al recién nacido con anestesia local y demora unos 5 minutos. Pero, ¿es recomendable?
Existen algunas circunstancias médicas que exigen la realización de una circuncisión:
Balanitis: es la inflamación e infección del glande,
Fimosis: cuando el prepucio es demasiado estrecho y no puede retraerse completamente,
Parafimosis: es un agravamiento de la fimosis, que termina por estrangular la base del glande.
Hoy en día existen grupos y organizaciones a nivel mundial que difunden campañas dedicadas a protestar contra esta práctica, que consideran una mutilación innecesaria, ya que la Academia Estadounidense de Pediatría informó que los beneficios obtenidos con posterioridad a una circuncisión no son lo suficientemente importantes como para justificar la intervención, aunque algunos estudios demuestran un menor índice de contagio de VIH en hombres con pene circuncidado.
Vale aclarar que la vida sexual de un circunciso es absolutamente normal y las sensaciones de placer no son incrementadas ni disminuidas por haberse realizado la intervención. Está comprobado que las mujeres prefieren hacer sexo oral a un pene circuncidado que a uno que no lo está, pero esto es únicamente por razones estéticas.