Puede parecer curioso, pero la verdad es que el alcoholismo vaginal y anal es todo un problema. Esta práctica se está extendiendo entre los adolescentes alemanes. La cosa funciona así: para evitar que al llegar a casa sus padres descubran que han bebido, los jóvenes han decidido poner en marcha otra práctica.
Se trata de colocarse en el ano o la vagina tampones empapados con alcohol. Las consecuencias pueden ser graves. De hecho, no hace mucho una niña de 14 años cayó al suelo desmayada, a consecuencia del uso de un tampón de vodka.
Parece mentira que con la cantidad de información de la que disponen los jóvenes hoy en día, se pongan de moda cosas como esta. Y es que el uso de estos tampones de alcohol puede provocar infecciones, es perjudicial para las paredes vaginales y tiene efectos negativos para la salud.
Por cierto, que la práctica se llama slimming. Esperemos que la información y el control al respecto hagan que esta práctica se pase de moda.
Vía| Publimetro