Ya hemos comentado anteriormente que el fetichismo no tiene por qué ser algo malo. Existen muchos «fetiches» que pueden entrar a formar parte de la vida sexual de cualquiera, porque no son peligrosos, y, siempre dentro de un límite, y sin que se conviertan en lo único que te importa de tu relación de pareja, pueden tener su punto.
Aquí van algunos:
- Zapatos de tacón: uno de los más clásicos fetiches masculinos, ¿qué diría tu chico si te ve aparecer con taconazos y nada más? Y eso, aunque no sea fetichista. Si te animas…
- La ropa de cuero: vale igual el látex, y aunque se suele relacionar con el sado, no necesariamente tiene que ir unido a esta práctica. En muchas sex shops vas a poder encontrar este tipo de prendas, por si te animas…
- Pies: no son pocos los que se consideran «fetichistas» de los pies, que se vuelven locos al tocarlos, olerlos, lamerlos…
- Uniformes: tanto ellos como ellas, bomberos, enfermeras, policías… Claro, así no es de extrañar que este tipo de ropa sea la más elegida por los strippers. Puede que el gusto por los uniformes esté relacionado con la erótica del poder, o no. ¿Cuál es tu disfraz preferido?
Foto de el observatodo