La psicología moderna describe bajo la categoría general de «fetiche» a todas aquellas prácticas sexuales que implican la utilización de objetos, accesorios o conductas sin las cuales resulta imposible alcanzar satisfacción sexual.
Como imaginarás hay tantos «fetiches» como individuos en el mundo, pues cada uno emplea para lograr su realización sexual, todo aquello que le provoque placer. Hoy nos ocuparemos de uno de estos «ritos» eróticos, quizá uno de los más difundidos: el látex.
Este moderno material provoca increíble placer en aquellas personas amantes de su textura y adherencia. Sofisticados vestuarios pueden adquirirse en casas especializadas en artículos de sexo (Sex Shops) para llevar a cabo las más íntimas fantasías en este terreno.
Por lo general, es un material que se asocia al sadomasoquismo, pero no es exclusivo de tales prácticas. La sensualidad que otorga su adherencia a la piel, la exquisita delicadeza de su textura, el brillo que seduce el sentido de la vista, son estímulos difíciles de ignorar.
Claro que todo tiene su justa medida. Hay personas que llevan esta práctica a los extremos más increíbles como aquellos que sólo logran excitación sexual siendo completamente «envueltos» en látex.
Recordemos que no se trata de un material inocuo. Hay quienes sufren de alergia al látex y la incomodidad que les genera es superior al placer que les brinda.
Si anhelas una sesión de sexo desenfrenado, o si quieres simplemente levantar algunas barreras de la timidez, cómprate uno de estos «equipos» y seduce a tu pareja sexual con sensuales movimientos. El éxito está asegurado pues nadie puede refrenar el impulso que despierta una cálida silueta enfundada en lujurioso látex.
