Mucho hemos hablado sobre las ventajas de la masturbación, especialmente en la identificación de los límites personales del placer y la excitación. Además de un ejercicio saludable, produce un efecto de intenso relax que sobreviene a la extrema tensión muscular y su posterior relajación.
Aquí te contamos las 4 formas más difundidas de masturbación masculina, ¿cuál es tu favorita?
Anatómica: es la más común y la que surge naturalmente en las primeras exploraciones masturbatorias. Con la palma de la mano hacia tí, ajustas el pene cerrándola y realizas movimientos ascendentes y descendentes. Es especialmente recomendada para penes grandes, ya que de otro modo los movimientos no pueden ser lo suficientemente extensos para que lo notes.
Cinco dedos: colocas cuatro dedos encima de tu pene y el pulgar por debajo. De este modo puedes controlar la amplitud de los movimientos. Puede practicarse aún con penes pequeños.
Tres dedos: Colocas tres dedos a modo de capuchón sobre el glande y los deslizas hacia abajo y arriba. Es la más recomendada para casos de penes pequeños. Aunque el contacto con el pene es menor que en otras posiciones.
Inversa: es igual a la anatómica pero con el dorso de la mano hacia tí. No resulta demasiado cómoda al comienzo pero es muy útil para alternar con otras posiciones y lograr sensaciones bien diferentes.