Eso sí, producto de la hipnosis. Aun con todo, no me digas que no resulta realmente curioso ver lo que es capaz de hacer la mente del ser humano.
Estas personas son hipnotizadas y ahí están, manteniendo sexo con una silla. Y a saber lo que se imaginarán cada uno de ellos, porque no me digas que no resulta realmente curioso ver cómo cada uno se dedica a las artes amatorias de forma diferente: de pie, sentados, de espaldas…
Sin duda, de lo más curioso.