Con este tipo de cosas, parece que cualquier cosa puede acabar desencadenando un orgasmo femenino… Y es que si hace ya días veíamos el más que satisfactorio paseo en bicicleta de una joven, ahora me entero de esta otra noticia.
Resulta que en la época de 1866 y 1932, la masturbación femenina no estaba nada bien vista. Y no solo se patentaron hasta 33 aparatos con el fin de dificultar la masturbación (la femenina) sobre la que no se veían más que riesgos y cosas negativas.
Hasta el punto de que a las modistas que trabajaban con máquinas de coser a pedales, se les administraba bromuro, con el fin de frenar este tipo de «deseos».
Lo explica muy bien el psiquiatra Jesús Ramos: “Llegó a administrarse bromuro a las modistillas que trabajaban en los talleres de confección con máquinas a pedales, para que las contracciones rítmicas de los muslos no despertasen los deseos de aplicarse a la búsqueda de placeres prohibidos».
¿Qué te parece? Ya sabes, cuidadito si te decides a coser a máquina…
Vía| Quo