Seguramente, muchas mujeres habréis oído alguna de las siguiente afirmaciones:
- No hay riesgo de embarazo en la primera relación sexual con penetración.
- Ni durante la menstruación.
- El coito interrumpido es un método seguro.
- La píldora anticonceptiva engorda y produce esterilidad.
Pues bien; estos y otros mitos, son falsos. Seguramente si os paráis a pensar sobre cómo os han llegado, no sacaréis ninguna conclusión. Y si os lo dijo alguien, preguntadle cómo lo sabe, a ver que ocurre.
Estos falsos mitos hace mucho tiempo que corren de boca en boca por la sociedad, y ante la falta de veracidad, surgieron los primeros anticonceptivos hace miles de años, como es el caso de los espermicidas. En papiros egipcios del año 1.850 a.C. aparecen recetas anticonceptivas con referencias sobre espermicidas, que aunque impedían el embarazo, no eran muy cómodas y saludables para la mujer. Posteriormente, en el Imperio Romano se usaban preservativos, aunque estaban hechos de intestinos animales. El caucho no se fabricó hasta finales del siglo XIX… Hipócrates, en el siglo IV a.C., ya descubrió los principios del Dispositivo Intra Uterino (DIU) al certificar que la colocación de un cuerpo extraño en el interior de algunos animales impedía el embarazo.
Dos mil años después, la anticoncepción sigue preocupando y gracias a la ciencia, que avanza cada vez más rápido, surgen más opciones para elegir el anticonceptivo que más convenga. Métodos que se eligen por ser cómodos, seguros, fiables… para que cada aplicación no conlleve también una molestia en algo tan íntimo como es una relación.
Y como no hay dos mujeres iguales, se ha diseñado un sencillo test en el que se aconseja que anticonceptivo se adapta mejor a cada mujer.
Descubre cuál es tu método anticonceptivo ideal en este test: http://bit.ly/8XFiAh, avalado por la Sociedad Española de Ginecología.