La revista Cosmopolitan publicó una encuesta en la que aparece un dato realmente sorprendente: el 60% de los consultados confesó haber experimentado problemas sexuales en su vida de pareja.
Por lo general las dificultades sexuales crean complejo y vergüenza en quien las padece. Si se trata de un hombre está en juego su masculinidad y es tildado de «impotente». Si en cambio se trata de una mujer, predomina el temor a ser menospreciada por «frígida».
Como en cualquier otro aspecto de la vida, cualquier dificultad física o psicológica requiere atención oportuna y adecuada y en muchos casos con tratamientos simples y cortos, hay soluciones posibles.
Estos son los cinco problemas más habituales que se presentan en el ámbito de las relaciones sexuales:
- Alguno de los integrantes de la pareja no logra la satisfacción. O bien porque no es estimulado correctamente, o porque los ritmos son diferentes, lo cierto es que se soluciona fácilmente con comunicación. No está mal decir lo que a uno realmente le gusta y aquello que no.
- Muchas personas creen que ciertas técnicas que les han funcionado con otras parejas, son infalibles para todo el mundo. Esto es absolutamente falso. Cada persona requiere un «tratamiento» específico.
- Hay un desconocimiento del erotismo del otro. Guiar al compañero hacia las zonas erógenas propias con sutileza y dulzura, hará que él/ella se interese por esas zonas desconocidas.
- Desequilibrio entre los biorritmos. Hallar el equilibrio de frecuencia entre ambos requiere tiempo y dedicación. Decir «hoy no quiero» no debe ser motivo de disputas.
- Algunas personas no aceptan ciertos gustos y preferencias de su compañer@ sexual. Hablar sobre ello ayudará a una mayor comprensión. En ningún caso se debe obligar a alguien a hacer nada que le disguste.