Con la llegada del nuevo año, son muchos los que se plantean propósitos con los que mejorar su salud o adquirir nuevos conocimientos, pero, ¿alguna vez te has planteado propósitos para tus hábitos sexuales? Desde la aparición de la pandemia, el sexo ha tenido que reinventarse, apareciendo nuevas tendencias que son las que marcan el camino a seguir. Ahora, desde LELO, acaban de publicar las cinco tendencias sexuales que arrasarán el próximo años. Sigue leyendo y descubre cuales son.
Sexo a distancia
Con la separación física como norma, las relaciones sexuales a distancia se han convertido en una alternativa cada vez más popular. Aunque esta práctica no significa lo mismo para todo el mundo, lo que impera es el sexo sin penetración de ningún tipo, como los dedos o juguetes. Solo son posibles los roces, masajes o la masturbación mutua, entre otros. Además, el outercourse o sexo sin penetraciónes una forma de mantener relaciones seguras, ya que evitamos el embarazo y cualquier transmisión de ETS o COVID-19. Sea cual sea tu identidad sexual, atrévete a probar la tendencia que destacará el próximo año.
Heteroflexibilidad
Si algo nos han enseñado los dos últimos años, es que la vida es bastante incierta y que tenemos derecho a satisfacer nuestros gustos. El deseo y el orgasmo femeninos son fenómenos poco conocidos, pero lo que sí es evidente es que las mujeres son bastante flexibles en eso de sentirse bien. A medida que evoluciona nuestra forma de entender la sexualidad, una de las partes más importantes de nuestro vínculo con la sensualidad y el placer es la de explorar aspectos desconocidos de tu vida sexual. Por tanto, si eres «mayoritariamente heterosexual», pero alguna vez te has sentido atraído por el mismo género, ya sea de manera romántica o sexual, o por ambos, acéptalo. Cada persona heteroflexible es diferente, y sus experiencias pueden ser distintas, pero lo que sí tienen es común, es que te ayudan a identificar lo que te está pasando y cómo te estás sintiendo. Y eso es algo que vale la pena descubrirlo.
Juguetes anales
Ahora que el juego y el placer anal se han vuelto más comunes que nunca, es hora de subir de nivel y hablar de los juguetes anales. No son nada nuevo, pero es raro oír hablar de personas que usan masajeadores prostáticos fuera de la intimidad de su dormitorio, de los hombres y mujeres que disfrutan con el rimming– o beso negro- o de hombres heterosexuales a los que les encanta que les sometan. ¿Te parece interesante? Pues rompe con los tabúes y disfruta plenamente del sexo anal con estos artículos. Además, pueden ser el complemento que necesitas para tu vida sexual cotidiana. Sólo recuerda que el lubricante no es opcional, que el ritmo aumenta la comodidad y que cualquier juguete que utilicemos para el sexo anal, debe tener una base acampanada y limpiarse o cubrirse con un preservativo antes de introducirlo en cualquier otro orificio.
Pegging
En la misma línea de los juguetes anales, encontramos el Pegging. Una práctica que consiste en penetrar a otra persona utilizando un strap-on, una combinación de arnés y consolador. Aunque también se puede hacer con un consolador sin arnés, o con un vibrador de mano, como un masajeador de próstata. Esta tendencia lleva años sumando adeptos entre los hombres heterosexuales que tienen sexo anal de una mujer. Y más ahora, que el número de noticias que informan de ello, aumenta considerablemente. El 2022 podría ser el año en el salgamos de la monotonía y el pegging entre a los dormitorios vainilla, de la misma manera que el masaje prostático lo hizo en 2016.
Vuelta a lo básico
No ha habido un mejor momento en la historia para tener un clítoris que en 2021. Y, al parecer, esto vuelve a ser cierto en 2022. Conocemos y amamos la tecnología Sensonic o los juguetes de succión. ¡Es el paraíso! Pero ¿qué pasa con el contacto directo con el clítoris? Aunque ha sido objeto de mucho debate y confusión desde que nos reencontramos con él, lo que sin duda sabemos es que al clítoris le encanta que lo estimulen con diferentes estímulos. En lugar de limitarse a rozar el clítoris, valora la posibilidad de utilizar movimientos giratorios que imiten el ligero tacto de los dedos, proporcionando una estimulación precisa y una ligera presión sobre él. Al fin y al cabo, el contacto de la yema de un dedo es difícil de superar, y para qué intentarlo. Después de probar gestos como pellizcar, rodear, acariciar y dar toquecitos, es hora de volver a los viejos tiempos.