Danielle Vincely es una joven británica de 24 años que tiene un problema: solamente puede hacer el amor al aire libre, en espacios abiertos. Bueno, por lo menos, hay variedad: bosques, parques, playas… Pero nunca en lugares cerrados.
Aunque así a simple vista nos pueda parecer algo exótico y curioso, la verdad es que se trara de una fobia sexual que hace que no pueda mantener sexo en la cama, con normalidad, como todo el mundo.
Ella misma lo explica: «A los chicos primero les encanta. Ellos piensan que es extraño hacer el amor bajo las estrellas o en el bosque, en playas, parques o en los capós, pero después de un tiempo se sienten incómodos, especialmente si está lloviendo, y a ellos les toca estar encima. A los hombres les gusta la rapidez de meterse en la cama pero yo no puedo hacerlo ahí».
Y es que en sitios cerrados se siente asfixiada, sofocada… y esto es un problema que arrastra desde los 18 años, cuando tuvo su primera relación sexual, que no fue ni mucho menos lo que ella esperaba: «Yo soñé con que mi primera vez fuera perfecta y romántica, pero la odié en todo momento. Yo sentí pánico y quise acabar rápido. Todas las veces que lo he intentado han sido un desastre, hasta que un día ya borrachos tuve relaciones en el parque repentinamente y me sentí excelente. Nunca antes había tenido un orgasmo y esa sensación de clímax en la madre naturaleza. Fue algo fuera de serie».
La verdad es que para la joven la situación es bastante complicada… Aunque supongo que algún tipo de terapia podía ayudarla a mejorar, ¿no?
Vía| Periodistadigital