Little Sins es una empresa que se dedica a la organización de fiestas de swingers, intercambios de parejas. Pero no para cualquiera, sino para ricos europeos. No hace mucho, la empresa alquiló el hotel Halswell House, un edificio impresionante de la campiña inglesa, del siglo XVII. Algo que, sin duda, solo está al alcance de unos pocos. Y ricos, claro.
Al parecer, cuando los invitados empezaron a llegar, con sus cochazos impresionantes y derrochando lujo, nada hacía presagiar lo que iba a suceder. Escenas propias de una orgía al estilo de la que se ve en la película Eyes Wide Shut. La cosa empezó cuando el organizador anunció que para romper el hechizo en el que todos estaban presos, debían besar a otra persona.
Y de ahí, a todo tipo de escenas, personas en grupo, gente realizando todo tipo de actos sexuales… La verdad es que me imagino la cara del personal y el director del hotel, que no tenían ni idea de para qué lo habían alquilado.
La verdad es que no es tan fácil acceder a este tipo de fiestas. Por ejemplo, hay que ser mayor de 20 años y los hombres solo pueden ser admitidos cuando van acompañados por una persona del otro sexo.