Cuando hablamos de «frecuencia sexual» es común que nos preguntemos «¿cuántas veces por semana es lo normal?«. O que comiences a comparar tu propio calendario con aquel amigo que lo hace varias veces al día y creas que tu caso es «patológico», o al revés, te compares con aquella persona que conoces que tiene sexo pocas veces al mes y creas que eres un «adicto».
En realidad no existe una cantidad «recomendada», y cada pareja encontrará su ritmo y frecuencia en función de sus propios intereses. Pero lo importante es que cada uno se sienta cómodo y no existan presiones de uno hacia el otro.
También debes tener en cuenta que la frecuencia sexual no se mantiene constante durante el tiempo ya que existen distintos factores que afectan la libido en uno y otro sexo y por supuesto esto puede reducir o incrementar el interés sexual.
Desconfía de quien te diga que tal o cual frecuencia es la «normal» pues la única «normalidad» es la que encuentres tú con tu pareja para que el goce sea pleno y sin presiones externas.