Lo cierto es que se subasta casi todo, y más cuando se trata de objetos relacionados con famosos. Pero lo que yo nunca hubiera podido imaginar es que se subastaran penes. Pero sí, al parecer, se trata de una parte del cuerpo que tiene salida en las subastas.
Al menos, es lo que ha pasado con el pene de Napoleón, cuyo último dueño fue un profesor de la Universidad de Columbia que se dedicaba a coleccionar reliquias de personajes famosos. Y desde luego, ¿qué mejor reliquia que un pene? Al parecer,a escabrosa historia del pene de Napoleón empieza tras la muerte del mismo en la batalla de Waterloo, acontecimiento al que siguieron hechos un tanto peculiares, como la exposición en Inglaterra de diferentes partes de su cuerpo, como trozos de intestino, que fueron adquiridos por el Museo Real del Colegio de Cirujanos de Inglaterra en el año 1841 y que fueron destruidos durante la Segunda Guerra Mundial.
Fue el clérigo Vignali, uno de los enemigos de Napoleón, quien ordenó cortar su pene, que fue de mano en mano, por ejemplo, en 1999 se vendió en una subasta por 4.000 dólares, y lo compró un urólogo que aseguraba que «el tamaño del pene era de 4,1 cms. y en erección alcanzaría un máximo de 6,6 cms».
Teniendo en cuenta la fama de buen amante de Napoleón, quizá este pene podría ser la prueba irrefutable de que el tamaño no importa, ¿no?
Vía| El mundo