Disfraz de colegiala

Fantasías sexuales las hay a montones y para todos los gustos, pero reconozcamos que una de las más comunes en los hombres es ver a su novia un día vestida de colegiala. Imagínate a tu novia un día tras llegar a casa:

– ¿Hola? ¿Profesor? Ay, es que me he perdido, jo, ¿me ayudas…?

Una minifalda sugerente, camisa con escote y unas coletitas pueden provocar una inundación de babas en la habitación, acompañada por supuesto de una bonita erección (y me ha salido una rima). Yo no sé por qué será, pero esa presunta inocencia a algunos les vuelve locos.

Si eres chico, te haría ilusión algo así, puedes buscar en sexshops o por internet disfraces para regalarlo y dar una sorpresita. Pero antes estate seguro de que tu chica se lo tomaría de buen humor, no sea que acabes con un bofetón. Suelen venir bastante completos pero también son carillos.

Como chica también puedes darle tú la sorpresa si sabes que le daría morbo. Comprarlo es una opción, pero como mujer es más fácil hacérselo una misma. Y no es complicado, basta con encontrar alguna falda a cuadros y cortarla si es necesario, una camista con la que te puedas hacer un nudo y hacerte dos coletas o trenzas. Si además le añades unas braguitas con motivos como ositos o similares, ya sería como ponerle la guinda al pastel.

Quizás alguna se sienta incómoda ante la idea, «oh por dios, cómo voy a hacer algo así, ni que fuera una muñeca». Hay que tomárselo con humor, verlo como una picardía con la que seguro que lo pasareis en grande. Actuar como si fueses otra persona puede ser muy divertido, ¡pruébalo!

Eso sí, procurad no pareceros a la colegiala de Buenafuente…

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