Las bolas vaginales, bolas chinas o ben wa, tienen su origen no en China sino en Japón. Su uso se remonta a miles de años y su origen es explicado por medio de una leyenda:
Se dice que existió un antiguo emperador cuyo deseo sexual era tan irrefrenable que, a pesar de poseer miles de concubinas no podía esperar y, mucho menos, dedicar tiempo al juego sexual previo, con lo cual sus mujeres se quejaban de no poder brindarle el tratamiento adecuado al no recibir casi placer y tener que comenzar el coito sin preparación.
Para solucionar esto…
… inventaron las bolas vaginales, con las que las concubinas se preparaban, a solas, antes de entrar a los aposentos del emperador.
Las bolas chinas son 2 o más esferas de unos 4cm de diámetro unidas por un cordel, dentro de cada bola tienen otra bola más pequeña, maciza y pesada que se mueve libremente, y al introducirlas en la vagina ese movimiento produce una vibración que dá muchísimo placer.
Podríamos afirmar que se trata de un ingenioso vibrador antiguo.
Su uso es muy sencillo y sólo requiere higiene y algún lubricante para introducirlas, las pueds utilizar durante las relaciones sexuales, para masturbarte o te las metes y sales a la calle a tus tareas diarias… imagina el placer de trabajar o estudiar cada vez que cruces las piernas, subas una escalera (¡nunca más el ascensor!), practiques deportes o simplemente pasees mirando escaparates…
En el mercado de las bolas chinas existen de variados tamaños, colores y materiales, como látex, acero, silicona, jelly, etc. también hay unas llamadas «de castigo» que tienen pequeñas púas en su superficie…
Además, como una obediente geisha, estarás siempre lista… siempre mojada…