Si te preguntamos sobre métodos anticonceptivos, de seguro podrás enumerar una larga lista, tanto masculinos como femeninos.
Sin embargo, debes saber que según el tipo de pareja que tengas, algunos de esos métodos son más eficaces y recomendables que otros. ¿Sabes cuál es el que mejor se adapta a tu situación?
- Sin pareja estable: en este caso lo más recomendado es que optes por un método de barrera, por su seguridad y confiabilidad, y porque además de prevenir embarazos no deseados, evitará el contagio de enfermedades de transmisión sexual. Aunque el más conocido es el condón, existen otros como los condones femeninos y el diafragma, aunque lo complejo de su colocación y alto porcentaje de fallo, lo tornan poco aconsejables.
- Con pareja estable, sin hijos: en esta situación, puede ser el caso de jóvenes que conviven y no desean ser padres aún, la anticoncepción hormonal pudiera ser el método que mejor se adapte a sus circunstancias. El más popular es la píldora.
- Pareja estable que acepta un embarazo: es el caso de aquellas parejas que deciden tomar «precauciones» pero que no tendrían inconvenientes en quedar «embarazados». Aquí se utilizan los métodos denominados «naturales», es decir aquellos que tienen que ver con el propio ritmo del organismo: temperatura basal, fechas de ovulación, etc. Son muy poco confiables pues cada organismo no reacciona de la misma manera cada vez, sin embargo se ajustan perfectamente a este perfil de parejas.
- Pareja estable que no desea más hijos: el método más difundido para este tipo de situaciones es el DIU (dispositivo intrauterino), pues es altamente eficaz pero el hecho de que pueda revertirse tranquiliza a la mujer que aún está en edad fértil.
- Anticoncepción definitiva: si este es tu caso puedes optar por alguno de los métodos quirúrgicos disponibles (histerectomía o vasectomía), pero debes recordar que ambos son irreversibles y tus posibilidades de procreación cesarán para siempre.
Fuente: pulevasalud
