Nota antes de comenzar: Contaré esta historia en primera persona para darle más emoción, no por que me ocurriera a mí. Que pudo haber sido, pero no fue desafortunadamente.
Bueno pues lo que ahora os voy a contar me sucedió un día cualquiera, nada hacía suponer que sería tan especial. Quede con mis colegas para ir a tomar unas copas, a las 11 en el bar de siempre. Como era donde siempre y a la hora de siempre pues ocurrió lo que ocurre en estos casos, llegamos todos tarde. Bueno así empezó la noche del mejor orgasmo de mi vida, esperando.
Unas copas unas risas y a una disco/club como queráis llamarlo, vamos a un sitio con marcha. Total que de repente veo a una una pedazo de jaca que no deja de mirarme, no me suelen pasar estas cosas y cuando me pasan son imaginaciones mías. Así que pregunte a mis amigos si me estaba mirando a mí o a cualquier otro, ellos se quedaron igual que yo, evidentemente te está devorando con la mirada afirmaron. No se de donde, no me preguntéis, pero de algún lugar saque el valor necesario para ir a hablar con ella. Incluso fue más fácil de lo que se puede soñar. A ella parecía gustare todo lo que decía, incluso al oír mi nombre sonrió. Después de una agradable charla me insinuó si tenía algo que hacer o por el contrario estaba dispuesto a irme con ella a su casa («DE PUTA MADREEEEEEEE HOY FOLLO» pensé) Me hice un poco el interesante y accedí, como no.
Llegamos a su casa y ya en el ascensor estábamos medio en pelotas, no tengo que decir que de camino nos liamos a machete. Bueno pues entramos a su casa todo normal, llegamos a su cuarto y… mi primera sorpresa. La cama estaba plastificada, pero pensé… que coño más da, como si es de velcro. Así que empezamos a meternos en materia. Los pantalones fuera, las camisas al suelo, el sujetador en la lampara y la ropa interior arrancada a mordiscos. Así que de esta guisa ¿Que hacer? Pues a follar estaba claro. Empezamos y la tía me cabalgaba como una posesa, y yo pensando que maravilla.
El lector conservador o asustadizo debería dejar de leer aquí.
Ella entre respiración y respiración me pregunto si quería probar algo nuevo, que me iba a gustar. Yo iba pedo, estaba cachondo, mientras no fuera comer mierda…. Así que dije que sí, que por que no. Como me alegro de aquella decisión. Ella saco unas bolas chinas de la mesilla y ni corta ni perezosa me las metió por el ano,claro está, después de un poco de estimulación. Bueno pues imaginaros el percal, yo entre borracho y mas cachondo que Dinio en un puticlub, con una tía descomunal follando como locos y con las bolas chinas en el ojete. Seguimos follando un ratín y sin decir nada ella me las saco del culo. O dios mio, menudo orgasmo, según me sacaba las bolas me cague hasta las cejas mientras tenía el mejor orgasmo de mi vida. No os podéis imaginar la situación, ¿os imagináis algo mejor que cagar y correrse a la vez? Pues yo no. Se que suena raro pero chicos tenéis que probarlo, es una delicia.
Ella se levanto me dijo donde estaba la ducha y mientras yo me limpiaba cogió el forro de la cama y lo tiro a la basura quedando todo limpio. Al acabar se metió en la ducha junto a mí y me hizo una mamada impresionante, que más deciros. Ahora quedo con ella siempre que puedo y me sigue enseñando cosas, como me gusta aprender.