Bien sabemos que Africa es quizá el continente con mayor índice de personas infectadas de VIH/Sida, y muy probablemente la cuna misma de este virus que complica a la ciencia desde hace varias décadas.
Y a pesar de los ingentes esfuerzos que se realizan desde todos los ámbitos para sobreponerse a esta dura realidad, aún cuando organizaciones mundiales destinan tiempo y fondos a concientizar sobre la importancia de una sexualidad segura, las arraigadas tradiciones de los milenarios grupos étnicos que habitan el continente pueden resultar incomprensibles para quienes vivimos en culturas tan dispares.
Un estudio publicado por Médicos Mundi, una prestigiosa ONG que lucha en los frentes más problemáticos del continente negro, informa que muchos habitantes de diferentes regiones africanas aún creen que el único tratamiento «efectivo» para «curarse» de VIH es mantener relaciones sexuales con niñas menores de 15 años.
¿Sorprendido? Aún hay más. Este «tratamiento» debe realizarse una y otra vez hasta que el virus «sea eliminado de la sangre«. Obviamente esto no sólo es imposible, sino que además es un síntoma claro de ignorancia sobre las formas de contagio y su imposible – aún – cura, sin mencionar que muchas niñas son ofrecidas por sus propios padres a cambio de comida para este tipo de prácticas.
A todo esto se suma el control casi imposible sobre actividades de estas naturaleza: las víctimas no denuncian, los hombres no desean ser identificados y los emprobrecidos países dependen de la solidaridad global para que su población acceda a mínimos (escasos) niveles de educación y salud. Un panorama por demás desalentador.
