Muchas personas nunca ha reunido el valor suficiente para acudir a un sex-shop, por miedo a encontrar allí un mundo de gente y lo peor: algún conocido.
Y te quedas con la intriga, ¿qué venden allí?
Un paseo por el sex-shop puede resultar educativo, esclarecedor y hasta un hallazgo, ¿por qué? pues, porque el sexo es salud y no debemos permitir que se apague, re alimentándolo con lo que creamos necesario para ser felices en la cama.
Pero, ¿qué venden?
Lubricantes, afrodisíacos, doble lesbian, prótesis, consoladores, vibradores, condones, inmovilizadores sado, monturas pony, esposas, látigos, DVD, accesorios y conjuntos de cuero, máscaras de cuero, disfraces, lencería masculina y femenina, corset, libros, dilatadores, portaligas, alargadores de pene, piercing, engrosadores, tangas, arneses…
¿Figura en esta lista algo que jamás has tenido entre tus manos?… ¿algo que te llame la atención y desees investigar?… ¿algo que confesar?…
Muchos sexólogos aconsejan a sus pacientes hacer una visita al sex-shop para descubrir y probar y así salir de la rutina.
Los materiales con los cuales están fabricados los productos está cambiando, antes se utilizaba el látex que puede provocar alergias, hoy en día se utiliza más la silicona, y no solo los materiales cambian sino también los clientes habituales de estas tiendas, que ahora son en su gran mayoría mujeres.
No esperes a que se acabe la pasión. El sexo es algo bueno y saludable, hay que ir innovando y darle sangre nueva sin límites.
¿te animas a entrar?
